martes, 14 de febrero de 2012
Hoy es el día de los enamorados
día en el que cada que miembro de las parejas amorosas deciden regalarle algo a la otra persona, la persona más especial en sus vidas, o al menos la que debería serlo. La verdad es que yo estoy enamorada de ella, lo reconozco, me tiene loca, pero no le pedí nada, de hecho le juré que como me regalase algo me enfadaría, que por qué? Pues porque yo lo único que quiero es que permanezca a mi lado todo el tiempo posible, dándome besos, picándome o incluso haciéndome sudar bajo las sábanas. No sé, no sé si sería capaz de vivir sin ella, puede que sí, pero nadie sabe lo que me hace sentir cuando me roba besos inesperados, plantándome en la cara después una de esas sonrisas que me dejan embobada. Es capaz de hacerme la más feliz con tan solo hacerme el amor, por eso mismo yo no necesito ningún regalo suyo, prefiero un beso a una estrella bajada del firmamento.
lunes, 6 de febrero de 2012
miércoles, 25 de enero de 2012
domingo, 8 de enero de 2012
Porque prefiero sonreírte mil veces en directo y que me escuches llorar en silencio, con un abrazo. De los que llenan una sala de cine. De esos besos en la frente que saben a un te echo de menos. Como cuando te dije que guardaras un hueco en tu cama y me hiciste un hueco en tu vida. Y ahora tengo el mío aquí, en forma de agujero que rompe un fin de semana grande. Y yo no sé qué hacer, porque se me da fatal rellenar de emociones una bolsa de recuerdos que he vaciado contigo.
martes, 27 de diciembre de 2011
No sabría muy bien describir la sensación que me produce estar con ella. Sería algo parecido al subidón de adrenalina que te entra cuando te montas en una montaña rusa, o como la emoción que se siente en el concierto de tu grupo favorito. También podría ser como la sensación del sol en tu piel el primer día de verano, o como el tembleque de las piernas del primer beso... Creo que no podría explicarlo, supongo que porque los sentimientos no se explican, no hay palabras perfectas, ni acordes lo suficientemente bonitos que lo lleguen a expresar, no hay historias, límites, ni fronteras que lo entiendan, ¿sabes? Son como los copos de nieve, todos se parecen pero ninguno es igual a los demás, los sentimientos no se comparten, los sientes tú, solo tú, y solamente tú puedes saber las dimensiones que ocupan, las lagrimas que se merecen y los gramos de felicidad que pesan.
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