martes, 14 de febrero de 2012

Hoy es el día de los enamorados

día en el que cada que miembro de las parejas amorosas deciden regalarle algo a la otra persona, la persona más especial en sus vidas, o al menos la que debería serlo. La verdad es que yo estoy enamorada de ella, lo reconozco, me tiene loca, pero no le pedí nada, de hecho le juré que como me regalase algo me enfadaría, que por qué? Pues porque yo lo único que quiero es que permanezca a mi lado todo el tiempo posible, dándome besos, picándome o incluso haciéndome sudar bajo las sábanas. No sé, no sé si sería capaz de vivir sin ella, puede que sí, pero nadie sabe lo que me hace sentir cuando me roba besos inesperados, plantándome en la cara después una de esas sonrisas que me dejan embobada. Es capaz de hacerme la más feliz con tan solo hacerme el amor, por eso mismo yo no necesito ningún regalo suyo, prefiero un beso a una estrella bajada del firmamento.

lunes, 6 de febrero de 2012

Cuando empiezas a preguntarte el por qué de las cosas, por qué te pasan a ti, por qué cuando parece que todo empieza a sostenerse llega alguien y te baja de la sostenibilidad, te lleba abajo, a lo más hondo, donde a nadie le deseo que vaya. ¿Soy yo la causante de esto? Y entonces es cuando no tienes argumentos suficientes para argumentar una respuesta, o tal vez te faltan fuerzas, las que alguien se llevó consigo...

miércoles, 25 de enero de 2012

Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conocieras bien, sabrías que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban mi nombre en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con amor. Todos los detalles son buenos... Abrazos, sonrisas, besos, una visita inesperada, un regalo personal, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada, palabras simples pero sinceras...Creo que nada demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Esa es mi forma de querer y, por lo tanto, es la única forma de sentirme querida.

domingo, 8 de enero de 2012

Porque prefiero sonreírte mil veces en directo y que me escuches llorar en silencio, con un abrazo. De los que llenan una sala de cine. De esos besos en la frente que saben a un te echo de menos. Como cuando te dije que guardaras un hueco en tu cama y me hiciste un hueco en tu vida. Y ahora tengo el mío aquí, en forma de agujero que rompe un fin de semana grande. Y yo no sé qué hacer, porque se me da fatal rellenar de emociones una bolsa de recuerdos que he vaciado contigo.

martes, 27 de diciembre de 2011


No sabría muy bien describir la sensación que me produce estar con ella. Sería algo parecido al subidón de adrenalina que te entra cuando te montas en una montaña rusa, o como la emoción que se siente en el concierto de tu grupo favorito. También podría ser como la sensación del sol en tu piel el primer día de verano, o como el tembleque de las piernas del primer beso... Creo que no podría explicarlo, supongo que porque los sentimientos no se explican, no hay palabras perfectas, ni acordes lo suficientemente bonitos que lo lleguen a expresar, no hay historias, límites, ni fronteras que lo entiendan, ¿sabes? Son como los copos de nieve, todos se parecen pero ninguno es igual a los demás, los sentimientos no se comparten, los sientes tú, solo tú, y solamente tú puedes saber las dimensiones que ocupan, las lagrimas que se merecen y los gramos de felicidad que pesan.